Mezclar la leche entera con la nata líquida, el azúcar y la leche en polvo y poner en una cacerola o cazo grande que no se pegue.
Calentar hasta que alcance más o menos 40ºC y entonces retirar del fuego, añadir el yogur y mezclar muy bien con varillas.
Encender el horno a 50º y cuando alcance esta temperatura apagar. Verter la mezcla de leches, nata y yogur en tarros de cristal y dejar fermentar en el horno ya calentito durante toda la noche, cubriendo los botes o tarros con un buen paño o toalla para que queden bien “tapaditos”
A la mañana siguiente, guardar en la nevera y dejar enfriar al menos durante 4 horas. Y ya está listo para consumir.
Nuestro experto cocinero, Ignacio Hernández lo suele acompañar con azúcar o bien con mermelada y frutos secos para hacerlo un postre muy completo.
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